La gestión de riesgos en la construcción sostenible es una etapa fundamental para garantizar el éxito y la viabilidad de los proyectos. Esta práctica abarca desde la identificación hasta la mitigación de riesgos financieros, estructurales y ambientales que podrían afectar el desarrollo del proyecto. En un entorno donde las decisiones administrativas y técnicas influyen directamente en la sostenibilidad, es crucial implementar estrategias de gestión proactivas y flexibles.
Los contratos de construcción sostenible sirven como un mecanismo esencial para la asignación y gestión de riesgos. Sin embargo, a menudo contienen cláusulas que pueden resultar en distribuciones de riesgo desiguales. Es esencial diseñar contratos que promuevan la colaboración, el equilibrio y la equidad, proporcionando beneficios mutuos para las partes involucradas y asegurando la protección de los objetivos de sostenibilidad.
En la construcción sostenible, los principios de asignación de riesgos buscan la eficiencia y el equilibrio contractual. Estos principios proponen que el riesgo se asigne a la parte que puede gestionarlo con mayor eficacia, ya sea a través de la absorción financiera directa o mediante el aseguramiento adecuado. La correcta asignación de riesgos garantiza que las responsabilidades y beneficios estén equitativamente distribuidos entre las partes.
Una asignación bien estructurada no solo mejora la eficiencia del proyecto, sino que también minimiza los efectos adversos de los riesgos. Para lograrlo, es necesario considerar el contexto completo del proyecto, desde la planificación inicial hasta la ejecución y el mantenimiento. A su vez, una evaluación continua y la aplicación de mejores prácticas de la industria pueden evitar que situaciones menores se conviertan en crisis.
A menudo, la práctica contractual enfrenta desafíos que distorsionan la distribución del riesgo. Los clientes pueden transferir riesgos incontrolables a los contratistas, como demoras en aprobaciones regulatorias, mientras que contratistas pueden redirigir sus riesgos a subcontratistas sin evaluar adecuadamente sus capacidades.
Para evitar problemas derivados de estas prácticas, es crucial que la industria de la construcción implemente modelos de licitación que consideren evaluaciones integrales de riesgos en lugar de simplemente optar por el menor costo. Esta modificación del enfoque puede prevenir costos ocultos y disputas contractuales, favoreciendo proyectos más sostenibles y eficaces.
La implementación de contratos colaborativos y la tecnología avanzada son herramientas clave para una gestión eficiente de riesgos en construcción sostenible. Los contratos como los modelos NEC o FIDIC están diseñados para fomentar un ambiente de cooperación, ofreciendo esquemas de riesgo compartido y mecanismos de resolución temprana de disputas.
Por otro lado, la tecnología ofrece soluciones como modelados de información de construcción (BIM) y análisis predictivos que facilitan la detección y gestión de riesgos antes de que se materialicen. El uso de estas tecnologías no solo anticipa problemas potenciales, sino que también optimiza la asignación de recursos y fortalece la confianza dentro de la industria.
Para aquellos no familiarizados con la gestión de riesgos en construcción sostenible, es esencial entender que los riesgos son parte inherente de cualquier proyecto. La clave no está en eliminar estos riesgos, sino en gestionarlos de manera estratégica y eficiente. A través de contratos bien diseñados y el uso de tecnología, se pueden minimizar los efectos negativos y maximizar los beneficios de un proyecto sostenible.
La gestión de riesgos no solo mejora la seguridad y viabilidad de los proyectos, sino que también contribuye a un futuro más respetuoso con el medio ambiente. Al adoptar buenas prácticas y enfoques colaborativos, los actores de la industria pueden asegurar la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de sus proyectos.
Para los profesionales del campo, se recomienda desarrollar una gestión de riesgos que se integre de manera continua en el ciclo de vida del proyecto. Esto implica la implementación de un monitoreo constante, junto con planes de mitigación dinámicos que se ajusten a los cambios en las condiciones del proyecto y del entorno.
Aprovechar modelos de contratos como NEC y FIDIC no solo puede reducir conflictos, sino que también favorece la colaboración y la toma de decisiones informadas. Asimismo, integrar tecnología como BIM y análisis predictivo es esencial para anticipar problemas y asegurar una gestión proactiva y eficaz de los riesgos en construcción sostenible, promoviendo un enfoque más inteligente y balanceado en la planificación de proyectos.
Asegura el éxito de tus proyectos de ingeniería con nuestra consultoría especializada. Mitiga riesgos y optimiza recursos con soluciones a medida.